miércoles, 8 de febrero de 2017
Los ibeiyis son dadores de buena fortuna, suerte, prosperidad y protectores de todos los niños. Los ibeyis traera Bienestar¡ Los ibeyis Abundancia , éxito en los negocios y empleos. Ellos lucharán para usted y también para evitar daños, males y enfermedades. Los ibeyis traera buenaventura en sus trabajos negocios comotus asuntos y gestiones. Victorias legales y sobre los enemigos y rivales, protección contra la ley y procesos legales.
Lucumi
Lucumí es realmente un término aplicado tradicionalmente a los esclavos procedentes de la zona yoruba vendidos en uno u otro barracón del litoral africano, siendo estos esclavos preferentemente obtenidos por españoles y portugueses, los que les dieron tal designación. Más tarde, la palabra lucumí pasó tradicionalmente tal vez como un sello de garantía para designar a esclavos que por sus condiciones físicas y rendimiento fueron preferidos en los mercados españoles y portugueses ademas por ser mas "adaptables " a las culturas europeas. En la actualidad existen varias versiones sobre el origen de la palabra lucumí, la más aceptada es la que afirma que la palabra proviene del saludo yoruba "olukumi", que significa “mi amigo” y que los esclavos usaban con frecuencia entre sí lo cual dio lugar a que los "blancos " esclavistas pensaran que la palabra Lucumi describía el origen del esclavo .
PATAKI DE OXALA -XANGO: POR Q XANGO COME EN GAMELA.
Aquel que viste de blanco,Fue un día a las tierras del viejo OxaláPara llevarlo a la fiesta que hacían en su ciudad.Oxalá era viejo y lento,Por eso Xangó Airá lo llevaba en sus espaldas... Cuando se aproximaban al destino,Vieron la gran pedreira de Xangó,Bien cerca de su gran palacio.Xangó llevó a Oxalufa a la cumbrePara mostrarle desde allí todo su imperio y poderío.Y fue de allá encima que Xangó vióUna bellísima mujer revolviendo una panela...Era Oiá!Era el amalá del rey lo que ella preparaba! Xangó no resistió tamaña tentación...Oiá y amalá! Era demasiado para su glotonería,Después de tanto tiempo por la calle...Xangó perdió la cabeza y disparó camino abajo,Largando a oxalufá en medio de las piedras,Rodando en el polvo, cayendo por lamontaña...Oxalufá se enfureció por tanta falta de respetoY mandó muchos castigosQue cayeron directamente sobre el pueblo de Xangó. Xangó, muy arrepentido,Mandó a todo el pueblo traer agua fresca y paños limpios.Ordenó que bañasen y vistieran a Oxalá.Oxalufá aceptó todas las disculpasY apreció el banquete de caracoles e inhame,Que por días le ofreció el pueblo... Mas Oxalá impuso un castigo eterno a Xangó:Él, que tanto gusta de hartarse con buena comida.Nunca mas podría Xangó comer en plato de loza o porcelana.Nunca mas podría Xangó comer en vasija de cerámica.Xangó sólo puede comer en gamela de madera,Como comen los bichos de la casa y el ganado y como comen los esclavos...
¿QUÉ ES EL ASÈ o AXÈ..?
El significado de la palabra ASÉ es el nombre dado por los Yorubas a la fuerza vital… Segun Maupoil (citado por E. dos Santos, 1986) asé es la fuerza invisible y la fuerza mágico sagrada de toda divinidad, de todo ser animado, de toda cosa… No aparece espontáneamente. Precisa ser transmitida. Cualquier cambio de realización en la existencia depende del ASÉ… Y, en cuanto a fuerza obedece a algunas leyes:
(1) Es absorbible, desgastable, elaborable y acumulable.
(2) Sé transmite a través de ciertos elementos materiales, de ciertas sustancias.
(3) Una vez transferido por esas sustancias a seres u objetos se mantienen y renuevan el poder de realización.
(4) Puede ser aplicado a diversas finalidades.
(5) Sus cualidades varían según las combinaciones de elementos de los cuales se constituyen y que estos a su vez son portadores de una determinada carga, de una energía en particular la cual le da cierto poder de realización. El ASÉ de los Orisás, por ejemplo, es realimentado a través de las ofrendas y de rituales, transmitido por intermedio de la iniciación y activado por la conducta individual y de los ritos.
(6) Puede disminuir o aumentar.
El ASÉ se encuentra en una gran variedad de elementos del reino animal, vegetal y mineral. Se encuentra en los elementos del agua dulce y del agua salada, de la tierra..... Elbein dos Santos (1986) presenta una clasificación de los ASÉ en diferentes categorías: sangre vermelho, sangre branco y sangre preto.
El reino animal o sangre vermelho comprende la sangre propiamente dicha, animal y humano, incluido el flujo menstrual. El reino vegetal, incluido el epo, aceite de dendé, o osun, polvo vermelho extraído de pterocarpus erinacesses, la miel, la sangre de las flores. En cuanto a la sangre branco, se incluye el reino animal, o hálito, o plasma, o semen, la saliva, el sudor u otras secreciones… El reino vegetal, la salvia, el zumo, el alcohol, las bebidas blancas extraidas de la palmera o algunos vegetales, el iyerosun, etc… El reino mineral, el oro, la plata, los minerales en general... La sangre preto comprende, el reino animal, las visceras de los animales… El vegetal, el zumo oscuro de ciertas plantas, o ilu, índigo extraído de diferentes tipos de árboles, el polvo azul escuro llamado waji; el reino mineral, el carbón, el hierro...
Para poder actuar, el ASE debe de ser transmitido a través de una combinación particular que contiene representaciones materiales y simbólicas del branco, del vermelho y del preto, del ayè y de orun, esto es competencia del oráculo y definido por él, la composición necesaria del ASÉ para ser implantado y restituido.
La sangre animal, vegetal o mineral - es la substancia indispensable para la restauración de la fuerza. Todo ritual, sea una ofrenda, un proceso iniciatico o una consagración, realiza un implante de fuerza y revitalización… El que vive, para poder realizarse o realizar, precisa de ASÉ.. Y, éste se consigue mediante la reposición, la cual se hace necesaria y es obtenida a través de la practica ritual que desde los tiempos de la creación se efectúa.
La importancia de la regularidad en los ritos reside en la presencia de las entidades sobrenaturales y ésta es favorecida por la actividad del ritual, siendo esta practica la ocasión privilegiada para la transferencia y redistribución del ASE.
La verdadera diferencia religiosa no es la diferencia entre quienes dan culto y quienes no lo dan, sino entre quienes aman y quienes no aman… Entre quienes poseen un Asè auténtico y verdadero, pues no todos los que dicen ser sacerdotes y sacerdotisas Orisa-Ifá poseen Asè para transmitir, porque nacieron de quienes nunca lo tuvieron, y por ello nunca lo han recibido… He ahí una de las consecuencias de las falsas iniciaciones… Es por esto que en una familia o linaje religioso tradicional, el Asè que se transmite de cabeza en cabeza, es el del Arabà de dicho linaje, porque fue él el heredero natural del Asè de ese linaje y, por tanto, es el portador real del mismo…
El Asè individual es posible como atributo divino del cielo, pero este Asè no es transmisible a otros como se cree, precisamente por ser un Asè individual y no colectivo… Solo el Asè colectivo, el que irradia a la familia religiosa o linaje, es aquel que puede ser transmitido y potenciado… Es por ello que un/una babalawo o iyaonifa carente de familia religiosa –o que por diversas causas abandona la suya de orígen-, pierde la intensidad y la fuerza del Asè adquirido por iniciación dentro del contexto de la familia religiosa, porque las familias adoptivas no transmiten Asè a estas personas… Por eso el yoruba nunca abandona su familia religiosa.
OGUN LA DIVINIDAD DE LAS GUERRAS Y LA METALURGIA
Nuestra religión habla de cómo Olódúmáré (dios) desde el cielo creó a las diferentes divinidades con la finalidad de conformar una especie de gobierno que respetara e hiciera respetar las leyes que de él emanaran. Las leyes creadas por Olódúmáré no son otras que las sagradas escrituras de ifá, y sus guardianes serían las divinidades creadas por élpara ayudarlo a la formación de la tierra y a mantener el orden tanto en el cielo como en la tierra. Así, cada divinidad ocupa un lugar en el panteón yoruba, cada una tiene una misión y la misión de Ògùn es la de ser un ejército que cuida cualquier estado, en este caso, el estado no es otro que nuestros legados.
Ògùn es un gran guerrero, un estadista, un experto en conflictos. No hay guerra que no luche y que, por lo general, no gane.
Ògùn fue la primera divinidad en tratar de establecer vida en la tierra. Cuando Olódúmáré quería mandar a alguna de las divinidades a formar la dividinosfera (la tierra) para que ésta fuera el nuevo habitat de sus creaciones, Ògùn fue el primero en ofrecerse a hacerlo. Sin embargo, antes de bajar a tratar de cumplir su misión, fue por adivinación y en la adivinación ifá le recomendó realizar ébó con alimentos y agua (entre otras cosas) para que pudiera llevar a cabo su cometido. No obstante, como es natural en Ògùn, éste se negó a realizar ébó porque se consideraba una deidad fuerte y capaz de lograr todos sus objetivos sin ninguna ayuda y sin necesidad de recurrir a tener que realizar sacrificios para ello. Así, reunió a su ejército y partió con la finalidad de cumplir con su propósito.
Como no realizó ébó, Ògùn no tomó en cuenta pertrecharse de provisiones suficientes como para mantener a su ejército durante su misión. Por esta razón, sus hombres tuvieron que alimentarse de la corteza de los árboles que encontraban en el camino, de tal forma que su gran ejército comenzó a diezmar. Este hecho se consideró la primera gran mortandad en masa que se haya conocido desde antes de la creación. (Por ello, Ògùn es considerada una divinidad capaz de provocar grandes desastres.) Cuando Ògùn no tuvo más alternativa, regresó al cielo con un ejército débil y maltrecho.
Después de esto, otras divinidades probaron formar la tierra, una de ellas fue Olokun quien, al igual que Ògùn, fracasó y también regresó derrotado al cielo. Lo que pasó es que Olokun, por ser una divinidad de agua, pretendió alimentar a su ejército solamente con agua y, por esta razón, la gran mayoría del mismo pereció en su intento.
Estos dos hechos dieron lugar a una especie de ritual diario entre los humanos. Cuando nos levantamos lo primero que hacemos es lavarnos la boca en honor a Ògùn (antes la boca se lavaba con unos trozos de palos de árbol) y después de lavarnos la boca nos enjuagamos con agua, en honor a la segunda deidad en tratar de establecer vida en la tierra, Olokun, pues aun cuando ellas no lograron su misión, sí dejaron marcado el camino para que Òrúnmìlà, quien fue la tercera deidad en bajar, llegara y lograra su objetivo.
Cuando decimos Ògùn estamos hablando de problemas, estamos hablando de guerras y conflictos y los conflictos no son propios de ninguna religión de forma aislada. El conflicto está ahí, vive entre nosotros, tanto en las grandes guerras entre naciones, como en una simple pelea callejera, en todos estos casos interviene Ògùn. Yendo un poco más profundo, la deidad Ògùn interviene en los conflictos que se generan en el mundo, en todos los casos. Permitimos que afloren en nosotros los instintos violentos de Ògùn, la divinidad de las guerras, cuando perdemos la razón y guiados por el impulso nos alteramos y ofendemos o respondemos a ofensas.
Muchos tienen a Ògùn como una divinidad bruta, esto no es porque sea de naturaleza así, sino porque es una divinidad terca y obstinada. Cuando Ògùn se propone algo no entiende de razones, se ciega y pierde la cordura. No podemos llamar bruta a la divinidad por esta forma natural de actuar, pues todos los seres humanos, de alguna forma, hemos perdido los estribos y hemos actuado de una forma similar a la que actúa Ògùn.
Por otro lado, todos estamos expuestos a sufrir un accidente, a ser víctimas de un conflicto, de guerras, de heridas con armas blancas o de fuego, de operaciones quirúrgicas, etc., en todos esos casos interviene la divinidad Ògùn. Por ello, en nuestra religión es tan importante venerar a Ògùn, pues no siempre se adora a las divinidades para que nos abastezcan de ire (bien), en muchos casos las veneramos para evitar que sean empleadas en nuestra contra o simplemente para evitar ser víctimas de sus poderes. Cuando hablamos de ser víctimas de sus poderes no podemos imaginarnos a una deidad atacando a un hombre de forma personal.
Ògùn representa la metalurgia. No obstante, nadie ha encontrado una mina de cuchillos, de tanques de guerra, de cañones, de revólveres o pistolas, estos siempre son creados por el hombre. Analizando esto, podemos observar que ningún revolver se dispara solo y que ningún cuchillo viene a enterrarse en el cuerpo de nadie si no es manipulado por alguien contra otros o sí mismo (algunas veces, quizá, por falta de práctica para usarlo). En todos los casos, aun cuando sabemos que interviene la mano del hombre, detrás de esos actos está Ògùn y esto no está desligado de las predicciones de ifá. En muchos odu, ifá explica cómo debemos de venerar a Ògùn con la finalidad de que él no intervenga en nuestra contra en ninguno de las situaciones antes expuestas, ni presentándose en un accidente, ni en un conflicto personal o social, ni tampoco en una intervención quirúrgica en nuestro cuerpo. En todos estos casos está interviniendo Ògùn y nosotros debemos de realizarle sacrificios para evitar que seamos sus víctimas. Aun cuando programamos una operación quirúrgica, debemos de consultar el oráculo y buscar la forma de “limpiar” nuestro cuerpo al pie de Ògùn para evitar que la intervención tenga un desenlace fatal.
Cuando Ògùn bajó a la tierra, el comenzó a tener problemas con la tierra. Por esa razón, él fue por adivinación con su babalawo, en esa adivinación ifá le recomendó realizar ébó si es que quería lograr ganarle a ile (la tierra). Ògùn escuchó y realizó el ébó, a partir de ahí, sus metales fueron empleados para fabricar hachas, machetes, azadones, etc. y con estos materiales Ògùn logró vencer a la tierra. Hoy en día se siguen viendo los estragos de la guerra de Ògùn contra ile, pues la deforestación de la que ha sido objeto la tierra no tiene para cuando acabar.
Ògùn es un gran guerrero, un estadista, un experto en conflictos. No hay guerra que no luche y que, por lo general, no gane.
Ògùn fue la primera divinidad en tratar de establecer vida en la tierra. Cuando Olódúmáré quería mandar a alguna de las divinidades a formar la dividinosfera (la tierra) para que ésta fuera el nuevo habitat de sus creaciones, Ògùn fue el primero en ofrecerse a hacerlo. Sin embargo, antes de bajar a tratar de cumplir su misión, fue por adivinación y en la adivinación ifá le recomendó realizar ébó con alimentos y agua (entre otras cosas) para que pudiera llevar a cabo su cometido. No obstante, como es natural en Ògùn, éste se negó a realizar ébó porque se consideraba una deidad fuerte y capaz de lograr todos sus objetivos sin ninguna ayuda y sin necesidad de recurrir a tener que realizar sacrificios para ello. Así, reunió a su ejército y partió con la finalidad de cumplir con su propósito.
Como no realizó ébó, Ògùn no tomó en cuenta pertrecharse de provisiones suficientes como para mantener a su ejército durante su misión. Por esta razón, sus hombres tuvieron que alimentarse de la corteza de los árboles que encontraban en el camino, de tal forma que su gran ejército comenzó a diezmar. Este hecho se consideró la primera gran mortandad en masa que se haya conocido desde antes de la creación. (Por ello, Ògùn es considerada una divinidad capaz de provocar grandes desastres.) Cuando Ògùn no tuvo más alternativa, regresó al cielo con un ejército débil y maltrecho.
Después de esto, otras divinidades probaron formar la tierra, una de ellas fue Olokun quien, al igual que Ògùn, fracasó y también regresó derrotado al cielo. Lo que pasó es que Olokun, por ser una divinidad de agua, pretendió alimentar a su ejército solamente con agua y, por esta razón, la gran mayoría del mismo pereció en su intento.
Estos dos hechos dieron lugar a una especie de ritual diario entre los humanos. Cuando nos levantamos lo primero que hacemos es lavarnos la boca en honor a Ògùn (antes la boca se lavaba con unos trozos de palos de árbol) y después de lavarnos la boca nos enjuagamos con agua, en honor a la segunda deidad en tratar de establecer vida en la tierra, Olokun, pues aun cuando ellas no lograron su misión, sí dejaron marcado el camino para que Òrúnmìlà, quien fue la tercera deidad en bajar, llegara y lograra su objetivo.
Cuando decimos Ògùn estamos hablando de problemas, estamos hablando de guerras y conflictos y los conflictos no son propios de ninguna religión de forma aislada. El conflicto está ahí, vive entre nosotros, tanto en las grandes guerras entre naciones, como en una simple pelea callejera, en todos estos casos interviene Ògùn. Yendo un poco más profundo, la deidad Ògùn interviene en los conflictos que se generan en el mundo, en todos los casos. Permitimos que afloren en nosotros los instintos violentos de Ògùn, la divinidad de las guerras, cuando perdemos la razón y guiados por el impulso nos alteramos y ofendemos o respondemos a ofensas.
Muchos tienen a Ògùn como una divinidad bruta, esto no es porque sea de naturaleza así, sino porque es una divinidad terca y obstinada. Cuando Ògùn se propone algo no entiende de razones, se ciega y pierde la cordura. No podemos llamar bruta a la divinidad por esta forma natural de actuar, pues todos los seres humanos, de alguna forma, hemos perdido los estribos y hemos actuado de una forma similar a la que actúa Ògùn.
Por otro lado, todos estamos expuestos a sufrir un accidente, a ser víctimas de un conflicto, de guerras, de heridas con armas blancas o de fuego, de operaciones quirúrgicas, etc., en todos esos casos interviene la divinidad Ògùn. Por ello, en nuestra religión es tan importante venerar a Ògùn, pues no siempre se adora a las divinidades para que nos abastezcan de ire (bien), en muchos casos las veneramos para evitar que sean empleadas en nuestra contra o simplemente para evitar ser víctimas de sus poderes. Cuando hablamos de ser víctimas de sus poderes no podemos imaginarnos a una deidad atacando a un hombre de forma personal.
Ògùn representa la metalurgia. No obstante, nadie ha encontrado una mina de cuchillos, de tanques de guerra, de cañones, de revólveres o pistolas, estos siempre son creados por el hombre. Analizando esto, podemos observar que ningún revolver se dispara solo y que ningún cuchillo viene a enterrarse en el cuerpo de nadie si no es manipulado por alguien contra otros o sí mismo (algunas veces, quizá, por falta de práctica para usarlo). En todos los casos, aun cuando sabemos que interviene la mano del hombre, detrás de esos actos está Ògùn y esto no está desligado de las predicciones de ifá. En muchos odu, ifá explica cómo debemos de venerar a Ògùn con la finalidad de que él no intervenga en nuestra contra en ninguno de las situaciones antes expuestas, ni presentándose en un accidente, ni en un conflicto personal o social, ni tampoco en una intervención quirúrgica en nuestro cuerpo. En todos estos casos está interviniendo Ògùn y nosotros debemos de realizarle sacrificios para evitar que seamos sus víctimas. Aun cuando programamos una operación quirúrgica, debemos de consultar el oráculo y buscar la forma de “limpiar” nuestro cuerpo al pie de Ògùn para evitar que la intervención tenga un desenlace fatal.
Cuando Ògùn bajó a la tierra, el comenzó a tener problemas con la tierra. Por esa razón, él fue por adivinación con su babalawo, en esa adivinación ifá le recomendó realizar ébó si es que quería lograr ganarle a ile (la tierra). Ògùn escuchó y realizó el ébó, a partir de ahí, sus metales fueron empleados para fabricar hachas, machetes, azadones, etc. y con estos materiales Ògùn logró vencer a la tierra. Hoy en día se siguen viendo los estragos de la guerra de Ògùn contra ile, pues la deforestación de la que ha sido objeto la tierra no tiene para cuando acabar.
Ogum -Del libro Orixás - Pierre Fatumbi Verger
Ògún como personaje histórico, habría sido el hijo mayor de Odùdúwà, el fundador de Ifé.
Era un temible guerrero que luchaba sin cesar contra los reinos vecinos.
De esas expediciones, él traía siempre un rico botín y numerosos esclavos.
Guerreó contra la ciudad de Ará y la destruyó.
Saqueó y devastó muchos otros Estados y se apoderó de la ciudad de Irê, mató al rey, instaló a su propio hijo en el trono y regresó glorioso, usando el título de Oníìré, "Rey de Irê".
Por razones que ignoramos, Ògún nunca tuvo el derecho a usar una corona (adé), hecha con pequeñas cuentas de vidrio y adornada por franjas de canutillos, disimulando el rostro, emblema de realeza para los yorubas.
Fue autorizado a usar apenas una simple diadema, llamada àkòró, y eso le valió ser saludado, hasta hoy, con los nombres de Ògún Oníìré y Ògún Aláàkòró inclusive en el Nuevo Mundo, tanto en Brasil como en Cuba, por los descendientes de los Yorùbá traídos para esos lugares.
Ògún habría sido el más enérgico de los hijos de Odùdúwà y fue el que se convirtió en regente del reino de Ifé cuando Odùdúwà quedó temporariamente ciego (información personal del Óòni (rey) de Ifé en 1949).
Ògún decidió, después de numerosos años ausente de Irê, volver para visitar su hijo (información personal del Oníìré en 1952).
Infelizmente, las personas de la ciudad celebraban, en el día de su llegada, una ceremonia en que los participantes no podían hablar bajo ningún pretexto.
Ògún tenía hambre y sed; vio varias vasijas de vino de palma, pero ignoraba que estuviesen vacíos.
Nadie lo había saludado o respondido a sus preguntas. Él no era reconocido en el lugar por haber estado ausente durante mucho tiempo.
Ògún , cuya paciencia es pequeña, se enfureció con el silencio general, por él considerado ofensivo. Comenzó a romper con golpes de sable las vasijas e, inmediatamente, sin poder contenerse, pasó a cortar las cabezas de las personas más próximas, hasta que su hijo apareció, ofreciéndole sus comidas predilectas, como perros y cangrejos, porotos regados con aceite de palmera y vasijas de vino de palma.
Mientras saciaba su hambre y su sed, los habitantes de Irê cantaban loores donde no faltaba la mención a Ògúnjajá, que proviene de la frase ògún je ajá (Ògún come perro), lo que le valió el nombre de ògúnjá.
Satisfecho y calmado, Ògún lamentó sus actos de violencia y declaró que ya había vivido mucho.
Bajó la punta de su sable en dirección al suelo y desapareció por la tierra adentro con un estruendo asustador.
Antes de desaparecer, entretanto, el pronunció algunas palabras. A esas palabras, dichas durante una batalla, Ògún aparece inmediatamente en auxilio de aquel que lo convocó.
Pero ellas no pueden ser usadas en otras circunstancias, pues, si no hay enemigos delante de si, es sobre el imprudente que Ògún se lanzará.
Como Òrìsà, Ògún es el dios del hierro, de los herreros y de todos aquellos que utilizan ese metal: agricultores, cazadores, carniceros, barberos, marceneiros, carpinteros, escultores.
Desde el inicio del siglo, los mecánicos, los conductores de automóviles o de trenes, los reparadores de bicicletas y de máquinas de costura se vinieron a unir al grupo de sus fieles. Ògún es único, aunque, en Irê, se dice que él es compuesto de siete partes. Ògún méjeje lóòde Iré, frase que hace alusión a las siete aldeas, hoy desaparecidas, que existían cerca de Irê.
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