martes, 23 de octubre de 2012

Obá va a vivir con Odé


Después de ser alejada del reino de Xangô, Obá fue vivir en vuelta de los muros de Oyó, triste y desolada, no contaba más con ningún amigo, finalmente como podía Oxum hacer eso con ella. Obá pensó, pensó y decidió buscar Oyá, pues pensaba ella: “Si no cogí a Xangõ por la barriga, voy reconquistarlo por la pasión”.

Xangô mantenía por cada esposa un amor diferente, por Oxum, él era cautivado y conquistado todos los días, lo que hacía él sentirse un rey, por Oyá él tenía la sensación de libertad y compañerismo, donde ella lo acompañaba en todas las guerras y en Obá él encontraba el amor verdadero, incondicional, de ella por él – diga si de pasada.


Yendo a la casa de Oyá, Obá encontró Exu, que le dijo a ella que no confiara en nadie, solamente en él, Obá desconsidero las palabras de Exu y siguió, llegando allá, Obá pidió que Oyá la orientara como reconquistar a Xangô, entonces Oyá le dice:

- Obá, olvide Xangô, vaya a vivir con las ancianas, aprenda con ellas.

- Nunca, mi corazón era duro como la piedra y él llegó, y consiguió conquistarme.

Oyá entonces rápida como el viento, trazó luego un plan, para quitar la rival de su camino y a orientó:

- Mira Obá, yo voy a enseñarle mi secreto, pero debe prometer nunca revelar a nadie que fue yo quien le enseñó!

Entonces Obá dice:

- Yo prometo lo que usted quiera desde que Xangô vuelva a prestar atención en mí.

- Usted puede tener certeza que él va a prestar mucha atención en usted – dice Oyá irónicamente, y continuó: Usted debe antes del sol nacer, ir hasta donde quedan los caballos de Xangô y corta le la crina y el rabo, y coloca en el frente de su casa, colgados. Xangô le gusta mucho de cabalgar, luego le gusta el olor que ese bichos tienen, ese es mi secreto. Ahora en su caso, como él anda con rabia de ti, es mejor que usted haga eso con más caballos, así él quedar aún más enamorado por ti.

Obá, muy ciega de amor, decidió acatar la opinión de suya “amiga” y en el otro día, antes del sol nazca cortó el rabo y la crina de todos los caballos de Xangô y los colgó en el frente de su casa, haciendo una grande franja de todos los colores. El mismo día Xangô tendría que ir a una ciudad vecina, recién conquistada. Cuando él vio todos los caballos con sus rabos y crinas cortados, él quedó trastornado, y ordenó en el mismo momento que buscaran al culpable, todos siguieron en búsqueda de aquel que había hecho eso con el rey. Entonces Exu, aún resentido con Obá, por ella no haberlo escuchado, le dice a Xangô había sido la inocente orixá.

Xangô salió como loco en búsqueda de Obá, y cuando llegó su casa y vio todas las crinas colgadas, él la llamó y le dice que ella lo había desafiado una vez más, y ordenó que ella fuera prendida hasta que él pensara en un castigo. Días después, el rey llegó a un veredicto:
Mandó que fuera hecho un casco y en él fuera colocado una crina cómo la de los caballos, para que Obá nunca se olvidara de lo que hizo, y que no fuera colocado filá (franja de piedras, que cubren los ojos, característico de las yabás, tenido como un símbolo de vanidad). Y también que ella sólo debería venir al reino solo una vez, en el festival del fuego.

Obá siguió entonces avergonzada y triste y fue vivir en las matas, un día andando, de lejos fue avistada por Odé, que pensó tratarse de un animal. El cazador se aproximó a ella cuidadosamente y vio que era una mujer y estaba llorando, Odé seco sus lágrimas, le dio de comer y casa a ella, y le dijo que a partir de aquel momento ella viviría con él y lo ayudaría a él a cazar. Hasta hoy cuando Obá baila cazando, luego Odé llega para revivir sus cacerías. Con el cazador ella aprendió además de la caza, a hacerse una excelente amazona.